En nuestro país hay en torno a unas 30.000 entidades del tercer sector, en las que participan unos dos millones de personas (entre voluntarios y empleados), y cuenta con una financiación de 10.500 millones de euros anuales. Una de las principales preocupaciones en el sector es la escasez de recursos económicos, por todo esto es evidente la necesidad de profesionalizar las estructuras de estas entidades, con el fin de aumentar su competitividad, eficiencia y por tanto la estabilidad de sus proyectos, plantillas y la suya propia.